Piccolo Hotel Malcesine

Reseña de un crítico de hotel

Recientemente tuve el placer de disfrutar de unas encantadoras vacaciones de Navidad en el Piccolo Hotel, y tengo que decir que fue una experiencia inolvidable. La belleza del paisaje, con sus tonos azules del lago y el cielo, crea un ambiente mágico que realza cada momento. La atención que recibimos fue excepcional: el personal se preocupó por nuestra comodidad en cada rincón, desde la recepción hasta el servicio en la cena, asegurándose de que cada comida fuera una delicia. Las habitaciones son amplias y cuentan con terrazas que ofrecen vistas impresionantes, ideales para un despertar tranquilo. Sin embargo, debo mencionar que las camas individuales unidas no son la opción más cómoda para descansar adecuadamente. En lo que respecta a la gastronomía, el restaurante del hotel ofrece una maravillosa mezcla de la cocina tradicional y creativa, acompañada de vinos bien seleccionados de su bodega. La ubicación es perfecta, a solo 30 minutos a pie de Malcesine, con un paseo junto al lago que simplemente quita el aliento. Sin duda, recomiendo pasar al menos dos noches para disfrutar de esta joya escondida a orillas del Lago de Garda. ¡Volveré sin dudarlo!